Parte 2
Al llegar a casa me doy cuenta de que aquél beso se lo había robado. Fue sin querer. El impulso de no verlo en varios años hizo de mi su marioneta. Me quito esos zapatos tan incómodos y me tumbo en la cama. Miro al techo, y observo eso que siempre estará,aquella mancha diminuta que sólo yo puedo ver. ¿Abro el paquete? Está encima de mi escritorio iluminado por el flexo verde de papá. Me llama a gritos, pero no estoy segura de querer hacerlo. Quizá en su interior sólo hayan recuerdos, quizá no haya nada, quizá todo. Me armo de valor y voy hacia él. Lo cojo y deshago el cordel marrón que lo ataba, pero antes de hacerlo del todo, me pongo esa canción, sí, Stairway to heaven. Ahora el ambiente es perfecto. Tiro del cordel.
Realmente, ahí estaba todo lo que yo me imaginaba. Mi vida dentro de una cajita de cartón.
No puedo contenerme y me saltan las lágrimas. Doy comienzo a leer todo lo que mis ojos han descubierto y que tanto les cuesta creer.
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