viernes, 8 de junio de 2012


En cuanto a mí, tengo días buenos y días malos. Cuando vienen los días malos, pienso en los que fueron buenos. La memoria es una gran bendición. Lo mejor después de la muerte.
Sin ninguna duda...
Los años pesan mucho, en verdad. Pero tenemos tanto que agradecer. El paso del tiempo nos envejece, pero también nos da el día y la noche. Y cuando morimos, siempre hay alguien que ocupa nuestro lugar.

Ojalá vivas todos los días de tu vida.


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Lágrimas que silencian lo que tus ojos quieren gritar.